El padre Prévost inauguró la primera casa de la Fraternidad Sacerdotal el 8 de septiembre de 1901 en París. Desde entonces, los religiosos se han dedicado a ayudar a los sacerdotes, prestando especial atención a aquellos que atraviesan dificultades en su vida o en su ministerio. En cuatro casas de Colombia y dos de Canadá, los religiosos de la Fraternidad Sacerdotal continúan su ministerio de oración y asistencia a los sacerdotes.
“La Congregación nació del amor y de las necesidades del Sacerdote. Para cumplir entre el Clero los diversos ministerios espirituales y temporales que éste requiere, parecía necesario fundar una Congregación religiosa compuesta de hombres devotos y llenos de amor al Sacerdocio, que se dediquen generosa y enteramente al sostenimiento, santificación y salvación de los Sacerdotes. »
(Constituciones escritas por el fundador, n° 1)
Santo Padre, te damos gracias
por haber suscitado en la Iglesia
vuestro servidor, el padre Eugenio Prévost,
quien dedicó su vida a honrar
el Sacerdocio de tu Hijo Jesús,
nuestro Salvador, al fundar dos Congregaciones,
la Fraternidad Sacerdotal y
las Oblatas de Betania,
cuyos miembros están llamados a interceder
constantemente al pie del Santísimo Sacramento
para la santificación de todos los sacerdotes del mundo
y dedicarse a su servicio
para satisfacer sus necesidades.
Concédenos conservar fielmente el espíritu de amor,
humildad y abnegación que nos transmitió,
para mantener vivo su carisma
y seguir incansablemente
su misión de caridad sacerdotal en la Iglesia.
Te lo pedimos por Jesucristo,
Soberano Sacerdote y Buen Pastor,
que vive y reina contigo y el Espíritu Santo, ahora
y por los siglos de los siglos.
Amén.